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Dibujo realizado por José Antonio Betancor Osorio |
El mundo del ajedrez está lleno de historias heroicas, tristes y hasta dramáticas, pero también está lleno de mitos y leyendas. Una de estás leyendas ocurrió a principios del mes de noviembre de 1901, cuando el cubano José Raúl Capablanca se encontraba un mediodía debajo de un árbol estudiando una variante de la apertura española para el match que disputaría en unos días con el campeón de Cuba Juan Corzo. Capablaca estaba tan concentrado que no se percató que un ser verde y luminoso se le había acercado y lo estaba observando.
De repente, Capablanca sintió la presencia del extraterrestre, levantó la cabeza y se quedó petrificado. Sus cuerdas vocales no podían pronunciar sonido alguno, su mirada fija en el extraño ser aceitunado, con dos antenas que sobresalían de su cabeza y por más que su apariencia era amigable, el futuro campeón mundial no salía de su asombro, hasta que se escuchó una voz en perfecto idioma castellano:
- ¿Qué estás haciendo? ¿Qué es lo que tienes ahí?
El futuro campeón mundial no lograba reaccionar, pero al final volvió en si, y le preguntó al marciano:
- Antes de responderte necesito saber ¿quién eres tu y de donde vienes?
- Soy un marciano y vengo del planeta Marte. Tengo rato observándote y quisiera saber que haces.
- Juego al ajedrez, estás son las piezas y el tablero.
- Me puedes enseñar.
Capablanca le explicó el juego, todos los movimientos de las piezas, pero como se encontraba asustado al hablarle de la coronación del peón en la octava fila le dijo:
-Cuando el peón llegue a la octava fila, lo puedes cambiar por cualquier pieza.
Comenzaron la partida y llegaron a la siguiente posición.
En la que Capablanca jugó Rc2. El marciano al ver está jugada que amenazaba mate en una con Ad4, se le nublo su visión, casi se desmaya, pero logró recuperarse jugó h1 = R negro.
Capablanca le dijo:
- No puedes coronar un Rey negro.
- Tu me dijiste que al llegar a la octava fila, el peón puede coronar por cualquier pieza. ¡Así que no cambies las reglas!
A Capablanca no le quedó más remedio que aceptar ante la negativa del marciano a sacar el nuevo Rey del tablero. Después de analizar la posición y darse cuenta que la jugada Ad4 mate, no sirve porque el Rey de h1 quedaría ahogado. Capablanca tras analizar la posición jugó a8 = Rey negro. A lo que el marciano protestó.
- ¡Oye tramposo! No puedes coronar un Rey negro.
Capablanca le dijo:
-Si, indudablemente que puedo porque tu coronaste un Rey negro.
Así que al marciano no le quedó más remedio que aceptarlo y jugó Rey b8, ante la imposibilidad de mover sus dos reyes que estaban en a1 y h1.
Capablanca muy tranquilo movió su peón a h7 y al marciano no le quedó otra volver a mover su Rey que estaba en b8 a a8 y en este momento Capablanca corono una Dama y le dio mate a los tres reyes al mismo tiempo como se puede apreciar, le dio mate al de a1, a8 y al de h1.
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Comentarios
Una leyenda inolvidable, Capablanca contra el Marciano es toda una leyenda del ajedrez.
ResponderEliminarEsa leyenda la escribió el 8 veces Campeón de la Provincia de Cordoba Argentina Don Aldo Calneggia
ResponderEliminarEl es de la Ciudad de Villa María en la Provincia de Córdoba , Argentina
EliminarYo vi sus primeras publicaciones por los años 1960
ResponderEliminarYo vi sus primeras publicaciones por los años 1960
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